El nuevo alcalde que ganó al ex boxeador Antonio Garrido (RN) que se hizo conocido por decirle a una conocida periodista que "se la iba a llevar el cuco" está convencido de que en el municipio “lo más grave está por venir”. Por todas las irregularidades que está casi seguro encontrará tras la polémica gestión de 16 años del ex alcalde del partido de Piñera.
Cuando Gonzalo Durán (PS) ganó el sillón edilicio de Independencia en la última elección municipal, el derrotado y mediático Antonio Garrido (RN), ex boxeador, evangélico fanático y alcalde durante los últimos 16 años, dijo de su contendor que es un "canalla", "malo" y "una mierda como persona", epítetos a los que su contendor sencillamente no responde: "No lo hice en la campaña, no lo voy a hacer ahora. Yo creo que la gente se ha formado una opinión y no necesito responderle a él. Mi responsabilidad es con los ciudadanos y a ellos les hemos dicho que la gestión que se inicia estará marcada por el respeto, por el buen trato y por volver a restablecer la dignidad de los ciudadanos de Independencia. Lo que sí puedo decir es que nosotros vamos a hacer bien las cosas, con mucha responsabilidad y que los ciudadanos van a empezar a sentirse orgullosos de su alcalde".
-¿Usted ha tenido algún contacto con Antonio Garrido?
-Él nunca me llamó para reconocer el triunfo, para una palabra de cortesía ni hemos tenido ningún vínculo desde el momento en que se produjo la elección. Lo que sí tengo es copia de su carta de renuncia y lo que ha dicho a su equipo cercano es que es con la pretensión de ser candidato a diputado.
-¿Se ha interiorizado sobre cómo recibirá el municipio, considerando que antes de la elección usted mismo dijo que el derrotado alcalde tenía una red de irregularidades?
-No ha sido fácil iniciar el proceso de traspaso. Por la política del miedo y por una situación de deterioro del municipio, no ha habido una condición profesional muy rigurosa que nos permitiera hacernos un conjunto de información. Sólo ahora que el alcalde acaba de renunciar al municipio nos ha sido posible establecer una coordinación con la secretaría municipal y le hemos solicitado un conjunto de información financiera y administrativa que nos permita tener una visión más clara. La verdad es que creemos que lo más grave está por venir y, en ese sentido, nuestro compromiso es iniciar nuestra gestión solicitando una inmediata auditoría financiera y de procesos que permita establecer la magnitud del daño en que vamos a recibirla.
-¿Por qué usted dice que lo peor está por venir?
-Tenemos antecedentes de las irregularidades que se cometían y que son de público conocimiento en Tránsito, en particular respecto de las licencias de conducir. Después hay que ver en qué estado recibimos la situación de los permisos de circulación y la de los pagos de derechos municipales que, en nuestra opinión, no se cobraban, lo que al menos constituye una grave falta administrativa. Tenemos antecedentes generales que nos permiten visualizar posibles situaciones irregulares y que no nos corresponde calificar. Creemos que hay situaciones que hay que determinar y para eso vamos a solicitar esta auditoría externa.
-¿Cuál espera que sea el sello que lo distinga de los 16 años de gobierno de administración de la derecha en Independencia? ¿Cuál va a ser la diferencia?
-Varias. La primera, que yo creo que es muy importante, es la diferencia del trato, en el respeto, en la dignidad de los funcionarios municipales, que son tratados de manera verdaderamente escandalosa. Segundo, los ciudadanos serán atendidos sin ser expuestos a la humillación a la que eran sometidos a cambio de una bolsa de mercadería o mil pesos, porque eso iba acompañado de insultos, de maltrato, de imposición de un discurso integrista en materia religiosa. Y lo tercero, pasar de un enfoque asistencialista a uno participativo, comunitario, de gestión, que significa además una fuerte recuperación del espacio público de Independencia, que está muy deteriorado, incluida la gestión de la basura que es un problema grave que tenemos.
-Se dice mucho que las elecciones municipales son una radiografía de lo que sucederá en la presidencial. De hecho, ha sucedido en las últimas dos elecciones. ¿Usted ya ve a Michelle Bachelet de presidenta?
-Yo creo que efectivamente el triunfo obtenido en las elecciones municipales genera un estado de ánimo que nos pone en mejor situación desde el punto de vista de las posibilidades de triunfo en la elección parlamentaria y presidencial. Además, la elección municipal generó un clima de unidad que es determinante para lo que viene. Pero yo comparto que aquí no hay que sacar cuentas alegres. En Independencia no solamente obtuvimos el voto de quienes piensan igual que nosotros, sino también de gente que puede pensar distinto en materia política, pero que votó por nosotros con el propósito de recuperar la comuna. Tenemos que ser responsables con esos ciudadanos que también nos entregaron su confianza. También, soy partidario de que existan elecciones primarias, porque fortalecen, dan legitimidad y ayudan a desarrollar un proceso de debate y reflexión. Entiendo que la presidenta Bachalet, si decide ser candidata, tiene una ventaja indiscutible por el gran respaldo ciudadano. Yo me siento cercano a su experiencia y si puedo contribuir lo voy a hacer. Pero la mejor manera de contribuir al éxito de la oposición es por la vía de hacer bien las tareas que me encomendó la ciudadanía de Independencia y eso va a ser el propósito principal al que voy estar abocado.
-¿La gente en Independencia ya no dice que se le va a aparecer el cuco?
-Nosotros vamos a hacer un esfuerzo para que se termine la lógica de los buenos y malos, de los ángeles y los cucos, de Dios y el diablo, esta lógica que fue tan perversa, porque excluyó a tanta gente de Independencia de su propio desarrollo. En ese sentido, vamos a hacer algunos sahumerios y vamos a colocar un espantacuco de la municipalidad, pero más allá del chiste, vamos a hacer un proyecto en el cual todos tengan cabida: evangélicos, católicos, ateos, agnósticos, todos van a tener un espacio, no sólo desde el punto de vista religioso, sino también político y social, porque nos parece que Independencia es un proyecto muy valioso y no queremos perdernos de nadie para que participe de su desarrollo.